De Runners y Gymrats: la Salud que los une, construye o destruye.

Teo se da cita en el Tinder moderno: el mall VIP, que ahora todos los jueves reúne a cientos de millennials, maitrenials, chavos rucos y uno que otro colado más joven o más viejo, según los ojos del lector o del participante en el magno evento.

Su IMC le recuerda que, aunque los tiempos han cambiado y las clasificaciones de endo, ecto y mesomorfo están jubiladas, las llantitas corporales don’t lie. La obesidad, el dolor de cuello, espalda baja y el aliento corto estarán acompañándolo durante todo el recorrido. No revisó su condición premórbida existente, pero se aseguró de configurar la app marcadora de pasos y ritmo, que lo llevará a formar parte de las hordas corredoras del nuevo orden en el vecindario Rosado.

A escasos metros, sobre el bulevar, Richie pone su huella en el lector digital y, al unísono, da un sorbo de su preworkout + redbullshit + triple carga nefrotóxica (perdón, quise decir proteica). El resultado inmediato le asegura la entrada al fascinante mundo adictivo de los gimnasios. Su smartwatch lanza una alerta ante los 115 latidos por minuto, que para él se convertirán en la filosofía del no pain, no gain. Sudoroso sin haber comenzado siquiera su training day, inicia —sin saberlo— el deterioro más dulce de la función renal, cardiovascular y emocional del veinteañero.

Dos historias modernas de la rutina diaria en la urbe que renace. Las redes sociales nos unen y nos obligan a tomar parte de ellas, para bien o para mal: como usuarios activos, seguidores, simpatizantes o despilfarradores de hate.

Si revisamos nuestros intereses, descubriremos que no estamos tan lejos del deseo que tanto Richie como Teo buscan cumplir: “la salud de cuerpo y alma”, “la eterna fuente de la juventud y el wellness”. Quizá, entonces, el error no parta del objetivo, sino más bien encuentre su talón de Aquiles en el método aplicado.

Pero, ¿quién hoy en día nos enseña cómo llevar una vida saludable? ¿Quién se convertirá en el gurú de la salud basada en ciencia y evidencia? Dr. Google te ha llevado por los senderos escabrosos de la prueba y error. El mamado del TikTok te dijo que era normal el chutazo de poder hormonal. La runner que asegura tener la figura perfecta sin hacer pesas, dietas o HIIT te mandó la receta perfecta para esa tormenta que estás a punto de desatar, si seguís sus enseñanzas.

Es por esta razón que en este espacio me convierto en el redentor y salvador del interés por tu salud sostenible y real en el tiempo. Sin mentiras, sin tapujos ni falsas expectativas, iremos de la mano, volviendo a las bases que nos asegurarán mejores resultados en el acondicionamiento físico paulatino y responsable de nuestro cuerpo y alma.

Y, ¿quién será entonces el Shark Tank de esta historia?

Mucho gusto, me llamo Ricardo. Soy neurocirujano por vocación y soñador por convicción. Todo lo que comparta será fruto de años de estudio y observación del comportamiento humano, el impacto en la psique del paciente y sus deseos de estar, de una manera u otra, sano.

¿Qué haré por ustedes? Enseñarte a dormir, guiarte en métodos de control mental para disminuir las descargas de adrenalina, buscar la relajación del cuerpo y coordinarla con un espacio de recarga mental, aprender a respirar, gozar de la vida, entrenarte sin lesionarte, correr para vivir, y no vivir para correr… y muchas cosas más que te harán obtener mejores resultados en cada una de las áreas de tu vida que emprendas.

Algo tan sencillo como: ¿Sabés la importancia de la conducción lingüística en la realización de tus objetivos para alcanzar metas? En pocas palabras: yo soy, yo puedo y yo tengo…

Seguiremos en contacto. Un gusto escribirte. Seguime en este espacio, que estará abierto para ti, para usted y para vos.